"Un referente para el amor"
- Ximena Martinez
- 30 ago 2021
- 3 Min. de lectura
-¿Cuál es la finalidad de hacer una vida, de juntarse, de casarse, de vivir con una pareja que amas? - pues eso, hacer una vida – es la siempre respuesta.
-¿Y en qué consiste hacer una vida juntos? Vuelvo a preguntarme… bueno, no sé mucho tal vez, no sé mucho del amor, solo lo que me ha tocado vivir, como una vez lo escribí; y no fue hasta que yo misma me cuestioné esto, que he logrado amortiguar las dudas, porque disiparlas por completo sería un error, nunca se es suficiente el aprendizaje.
Hacer una vida con alguien que amas, comienza con esas pequeñas acciones cotidianas, compartir la cama, la comida, los gastos, la limpieza, el televisor, el baño, el agua, el aire y que mejor que también las responsabilidades; compartes como segundo nivel, la familia, los amigos, los compañeros, los recuerdos, aunque a veces no sean del agrado del otro y también, en términos buenos, los planes a futuro.
Pero ¿y qué sigue? ¿Qué hay después de dormir toda la noche juntos o de pasar el resto del día separados por sus respectivas actividades? es besarse, abrazarse, escucharse, aconsejarse, discutir porque no se sacó la basura o porque no se apagó el café.
¿En qué momento uno convierte tanta alegría en rutina?

Foto de Nicholas Githiri en Pexels
Si lo que uno busca es tener la compañía de la persona amada en todo momento ¿por qué prescindir de ella cuando hay diferencias o malos entendidos? La compañía va más allá – o debería ir más allá – de solo contar con la presencia física; la compañía implica su pesar, su dolor, su aroma, su tormentoso estado de ánimo, sus silencios y sus continuos errores.
Hacer una vida es mejorar el espacio que les rodea y de ser posible, hasta el mundo que les espera y aunque suene complicado, es realmente construirse mutuamente. No es lo romántico que nos han hecho creer ni tan lleno de sacrificios como suelen decirnos; ni tampoco creo que sea dejarte a ti mismo para ser el alguien que ella o él esperan, ni la lista de pertenencias, ni los metros de una casa; y aunque la reproducción puede ser para algunos el fin común, no considero que unir tu vida a alguien más tenga necesariamente que traer vida, también hay tantas otras pruebas físicas que puede tener la humanidad de la gran unión que hagas.
No sé si alguien con exactitud sepa la respuesta, es más, dudo que exista una respuesta adecuada o correcta, lo que sí sé, es que no tienes que sofocarte, ni culparte ni cargar con esa decisión.
Tener la compañía de quien amas, no tiene que ser una batalla, no tienes que exigirla ni reprocharla. Es por ello que tanto se dice sobre la importancia de saber elegir, de que aquella persona signifique el reflejo de lo que quieres, de lo que te amas y sobre todo, representará lo tan lejos y triunfante que pueda convertirse tu existencia.
Hacer tu vida con alguien no solo debe simbolizar ideas románticas como los cepillos y libros juntos, los cuerpos desnudos, los desayunos de domingo; a todo eso, añádele la construcción de un reino, de una fortaleza, la construcción incluso, de tu propio ser y una aportación genuina referente para el amor, para el amor sano, ese que no daña, ese que si existe, te hace mejor persona.
Y el ser una mejor persona, es sin duda, una de las más excelentes cosas que te pueden pasar cuando haces tu vida con alguien.
Muchas gracias por tu visita y lectura. No olvides retroalimentar, comentar o compatir :)
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