"Burro el que no lea"
- Ximena Martinez
- 27 sept 2021
- 3 Min. de lectura
Nadie lo pidió, pero mi cabeza en su constante cuestionamiento mañanero y nocturno, necesitaba expresarlo y escribir sobre ello; hay un problema bastante serio de comprensión lectora.
Sí, que aburrido puede incluso hasta sonar el término acuñado a dicho problema, pero considero bastante importante dedicarle aunque sea unas líneas a esta notada actitud que tenemos. Para empezar, por supuesto que nuestro contexto no ayuda, México no es un país lector, México es un país lleno de sinónimos, antónimos, sustantivos y demás palabras que le dan un colorido especial a quien habla el español mexicano, pero simplemente, no lo entendemos.
Creo que desmenuzar un problema así, implica por supuesto hablar de educación, hablar de hábitos de lectura, como la falta de espacios como tal, implica el poco o perezoso uso de nuestro razonamiento y creo que, en específico me quisiera enfocar en el, porque verdaderamente nos hemos vuelto tan ociosos para comprender una oración, una indicación, una instrucción ¿Cuántos de nosotros no hemos armando un producto o utilizado un producto sin siquiera abrir el manual o instructivo? o un clásico ejemplo, ponerle precio a un producto que vendemos en Internet y que no falta quien nos pregunta por el mismo y dichoso precio.
He escuchado mucho últimamente y constantemente – por mostrarles otro ejemplo- que cuando enviamos una indicación o una información a un grupo en estas redes sociales, terminamos contestando lo obvio, lo que se colocó en mayúsculas, en negritas, lo que se resaltó en otro color para hacer cierta distinción de importancia y qué coraje produce volver a explicarlo muchas veces; y más si estamos hablando de personas adultas como tú o como yo. Sin el afán de ofender a nadie, porque por supuesto que siempre habrá dudas, preguntas, inquietudes sobre lo que leemos, pero, hasta qué punto se vuelve insostenible la idea que una oración no pueda ser comprendida.
-¿Realmente es la pereza la que nos lleva a no querer procesar la información?
También surge en mí, la idea de que estamos tan – mal – acostumbrados a leer u oír algo y simplemente contestar por contestar, difícilmente nos detenemos a comprender a nuestro emisor, a hilar palabra por palabra.
Además, ahora con tanta tecnología, todo parece y es más simple, en términos de ahorrarnos el esfuerzo de comprender lo que se lee y hasta de leer como tal, los audiolibros - que sé que tienen una gran función para un sector de la población - los audios en las plataformas – que también acepto facilitan la comunicación- es decir, tantas formas que existen ahora para simplificarnos, para ahorrarnos tiempo, pero con tanto avance hay un punto de quiebre y más, en nuestras funciones humanas.
Algo que suele ser sencillo, como comprender esto que estoy escribiendo, se vuelve algo, complicado, algo perezoso, algo que si implica mi tiempo no me apetece lo suficiente. Entonces el leer una instrucción, una información, una oración gramatical muy difícilmente será del interés de una persona, y ni siquiera considerar el capítulo de un libro.
Y repito, sin el afán de ofender a nadie, sin culpar únicamente al sector educativo, a la chamba que cada docente hace desde el nivel básico, al fin y al cabo, todos de alguna manera somos responsables de acrecentar el mal hábito de lectura que las próximas generaciones traen consigo y que incluso, nosotros también formemos parte de esa obviedad que prefiere adivinar antes de pensar.
Mejor explicado por Porrúa en su publicidad del año 2013 no lo creo, porque muchos se ofenden cuando miran esto:
¡BURRO EL QUE NO LEA!

Confieso que la primera vez que lo leí, también me ofendí.
Muchas gracias por tu visita y lectura. No olvides retroalimentar, comentar o compatir :)
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